28 diciembre 2012

El valor de tus deseos




"¿Quien sabrá el valor de tus deseos?" por Eugenio Palma Genovés
Revista La Curandera
www.revistacurandera.com
Diciembre 2012

El problema del ser humano no pasa por satisfacer sus constantes deseos; el problema reside en cómo saber “qué” desear. No seamos ingenuos, los deseos nunca son espontáneos sino más bien intencionados. El cine, siendo la más perversa de las artes, no dice “qué” desear sino “cómo” hacerlo.

Podríamos decir que la filmografía entera de David Lynch habla sobre el deseo. Ese sentimiento tan obsceno, contrastante y profundo que ni siquiera nosotros mismos somos capaces de admitir en la mayoría de los casos. En algún punto sería bastante reduccionista de nuestra parte no ahondar un poco más. Si bien el deseo se postula como eje o nexo entre todas sus películas, encontramos una serie de temas y rasgos recurrentes en su propuesta cinematográfica: deformidad, disociación, dinámicas familiares, cruces de género y los diálogos que propone entre el surrealismo francés y el expresionismo alemán, dos vanguardias históricas. (...)